jueves, 1 de septiembre de 2011

Autos De Coleccion

Muchos de los aficionados al mundo del motor, no tiene muy clara la diferencia entre lo que es un vehículo clásico y lo que es un vehículo histórico. Esto no sólo es algo bastante común entre los aficionados al mundo del motor en general, sino que también suele plantear dudas entre los aficionados a los coches clásicos y a los coches históricos.


Como existen mil y una opiniones al respecto, intentaré dar yo también mi punto de vista, sin más intención que la de dejar claros algunos conceptos que si bien no están claramente definidos ni regulados en ningún sitio, bien podrían considerarse el estándar comúnmente aceptado por la mayoría de aficionados al vehículo clásico y al vehículo histórico.

En España, tenemos un reglamento sobre el vehículo histórico, a través del cual, los propietarios de ese tipo de vehículos pueden gozar de unas matrículas especiales. El hecho de pertenecer a lo que el reglamento define como vehículo histórico, da a su propietario algunos privilegios, como por ejemplo la contratación de un seguro para su vehículo mucho más económico de que lo que se pagaría normalmente.
El reglamento sobre el vehículo histórico (Real Decreto 1247/1995, de 14 de julio), define en su artículo 1, lo que es un vehículo histórico:

a) Los que tengan una antigüedad mínima de 25 años, contados desde su fecha de fabricación, o si esta no se conociese, desde la fecha de su primera matriculación. Si esta tampoco se conociese, los 25 años se contarán desde que la marca dejó de fabricar ese modelo o variante. Para que estos vehículos sean considerados históricos, los componentes y piezas deben haberse fabricado en el periodo de producción normal del vehículo, a excepción de los materiales fungibles. Es decir, por ejemplo, un Ford T al que se le haya puesto el motor de un Renault Megane, no se considera un vehículo histórico.

b) También se consideran vehículos históricos los incluidos en el Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español o los que sean declarados de interés cultural, y los que tengan un interés especial por haber pertenecido a alguna personalidad relevante, o por haber intervenido en algún acontecimiento histórico, previo informe que acredite tales circunstancias.

c) Los vehículos de colección. Se considerarán como tales, los que tengan alguna singularidad, característica, los que por su escasez, o los que por alguna característica muy sobresaliente merezcan ser catalogados como históricos. Es decir, en este caso, en el de los vehículos de colección, no es necesaria una antigüedad mínima de 25 años.

Con independencia de lo establecido en el reglamento sobre el vehículo histórico, suele asociarse el concepto de vehículo histórico a aquellos automóviles cuya fecha de fabricación o incluso cuya fecha de matriculación se corresponde a la primera mitad del siglo XX. Son normalmente vehículos que se sacan en contadas ocasiones a la calle, que tienen un precio de mercado y un mantenimiento elevado. Un ejemplo muy representativo, puede ser el Rolls Royce que saca de vez en cuando la Familia Real, en algunos actos oficiales. Normalmente todos los vehículos de esa época suelen denominarse vehículos históricos. Normalmente cualquier vehículo de esa época que tenga unas condiciones de conservación medianamente aceptables, puede catalogarse de vehículo histórico. Normalmente el concepto de vehículo histórico se asocia a una unidad, a un coche en concreto, es decir, cuando vemos por ejemplo un Ford T, decimos que ese automóvil en concreto es un vehículo histórico, con independencia de que el modelo lo sea o no (aunque normalmente también el modelo lo es).

El concepto de coche clásico, suele utilizarse en cambio, para los vehículos fabricados y/o matriculados a partir de la segunda mitad del siglo XX, pero que tengan una antigüedad mínima de 25 años. Este tipo de vehículos suele tener ciertas características, cierto bagaje, cierto curriculum, que hacen del modelo una referencia indispensable para explicar la historia del automóvil, o bien para explicar una época de la historia. En este caso no se asocia normalmente el concepto de vehículo clásico a una unidad en concreto, sino a un modelo, con independencia de que la unidad en concreto también lo sea. Un ejemplo de vehículo clásico, podría ser el SEAT 124 Sport.

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